5 de enero de 2010

DISCRIMINACION

Estupor, sorpresa, asombro, indignación es lo que experimenté ante las expresiones de un conocido periodista de un canal porteño que pedía a su interlocutor y colega que le aclarase si los que portan armas en el gran Buenos Aires son “personas o piqueteros”, así, llanamente, negando el statu de persona a los que reclaman por sus derechos, discriminación que nos recuerda aquello de “personas, ciudadanos, civilizados “en oposición a “brutos, cabecitas negras, negros, salvajes, etc.” ¿Qué eres?...Una persona o un negro, una persona o un judío, una persona o un provinciano, una persona o una mujer, una persona o un indio? Si un indio no es persona, si un negro no son personas, si un rebelde o un huelguista no son personas, cuál es el resorte que impediría, por ejemplo, el exterminio, el servilismo y la sumisión? La historia está repleta de ejemplos de esta ruin descalificación para esclavizar, subyugar y no pocas veces, asesinar.
Lapsus de este periodista que reviste apariencia de cultura y formalidad, apariencia, simplemente, porque, luego de las duras críticas que recibió Maradona por sus expresiones de mal gusto, grosería (nada extraño en el ámbito futbolero). También tuvieron sus groserías De Narváez, Solá y Reutemann, (quienes no poseen un vocabulario muy exquisito que digamos), Sin embargo nadie se percata de que lo que dijo este periodista es muchísimo más grave que las peroratas maradonianas, ya que lesiona derechos humanos elementales, mostrando una terrible actitud discriminatoria, racista y prejuiciosa, obcecada y arcaica y que pone al descubierto la mentalidad cerrada e inhumana.

LILIANA BELLONE
Carta Abierta -Salta

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